09 febrero 2008

Microsupervisión («micromanagement»)

por Santi Garcia

Prácticamente cada día un nuevo sitio en la red me sorprende con las posibilidades que nos abre la llamada web 2.0. Esta semana, por ejemplo, he conocido de la existencia de Howcast. A través de vídeos y «wiki-guías», muchas de ellas en clave de humor, podemos aprender a hacer cosas de lo más variopinto: desde pajaritas de origami hasta vómito falso a base de palomitas de maíz y agua caliente, negociar el alquiler de nuestro apartamento, hacer buenas fotos con nuestro teléfono móvil o preparar un fantástico «Tequila Sunrise».

Dentro de la sección «Management & Business Skills» me he encontrado la siguiente «perla», una wiki-guía titulada: «How To Micromanage Like a Real Asshole».

Traduzco:

«Cómo microsupervisar como un verdadero xxxxxxx…

Hoy en día, la microsupervisión -“micromanagement”- se ha convertido en una palabra mal vista, pero seamos honestos: la mayor parte de los empleados precisan de mucha supervisión para evitar que lo estropeen todo.

Ingredientes:

  • Personal a quien microsupervisar
  • Falta de seguridad en uno mismo
  • Incapacidad de confiar en los demás
  • Perfeccionismo

Paso 1: Controle, critique, asfixie

Repita el mantra: “controle, critique, asfixie” mientras se imagina que es un pulpo gigante con tentáculos capaces de alcanzar a todos los que le reportan.

Paso 2: Documente el tiempo que se pierde

Anote a qué hora llegan sus colaboradores a la oficina y cuánto tiempo pierden comiendo. Si es posible, controle también el tiempo que dedican a llamadas personales y a charlar con sus compañeros. Documente toda esa información para poder utilizarla en el futuro.

Paso 3: Explique todos los detalles

Asigne una tarea y explique con todo detalle cómo debería hacerse. Recuerde, no hay que dar nada por supuesto, nada es suficientemente obvio como para dejar de explicarlo.

Paso 4: Controle

Transcurridos 10 minutos, compruebe como avanza la tarea y asegúrese de que todos siguen sus instrucciones al detalle. Una buena práctica es interrumpirles cada cuarto de hora para pedirles que le informen de sus progresos.

Paso 5: Machaque a los disidentes

Si por casualidad un empleado sugiere que la tarea se podría realizar de otra forma, acállele de inmediato y, si es preciso, utilice la fuerza.

Paso 6: Interrumpa

Programe varias reuniones de seguimiento a lo largo del día.

Paso 7: Encuentre errores insignificantes

Asegúrese de que cuando revisa el trabajo de cada uno de sus colaboradores, encuentra al menos un error. Revise los más mínimos detalles: el tipo de letra, el espaciado, los márgenes. Señale cada error con un rotulador rojo.

Paso 8: Corrija los errores

Explique a su colaborador cómo corregir cada error. Asegúrese de que dedica a explicarlo más tiempo del que costará corregirlo.

Imagen Marylin bajo licencia Creative Commons