16 julio 2009

Crisis, empleo y atletismo. No hay mal que por bien no venga

por Santi Garcia

La recesión económica y el aumento del desempleo influyen de diversas maneras sobre el comportamiento de los individuos, aunque no siempre en sentido negativo. Por ejemplo, parece ser que a raiz de la crisis se está produciendo un incremento en el número de participantes en maratones, así como una mejora significativa de las marcas que obtienen los atletas. Lo explica Reed Albergotti en un artículo titulado «Fast times for jobless runners» publicado el pasado día 13 en The Wall Street Journal.

Liberados del yugo de las interminables jornadas que absorbían su tiempo, no pocos individuos están descubriendo ahora que hay otras cosas en la vida y que son capaces de perseguir y alcanzar objetivos atléticos que antes de la crisis no se hubiesen planteado.

Las inscripciones a maratones, triatlones y otras pruebas de resistencia abiertas al público se agotan en tiempo récord, y eso que no son precisamente baratas. Como muestra las inscripciones a la triatlón de Nueva York, que cuestan la friolera de 225 dólares, y se agotaron en 22 minutos, frente a las 8 horas que tardaron en venderse en 2008.

Por su parte, un estudio elaborado por Athlinks indica que la participación en maratones este año está siendo un 5,1% superior al año pasado. Una mayor participación supone más corredores novatos, lo que, en principio, debería implicar peores marcas. Sin embargo, según ese mismo estudio el número de corredores que este año han conseguido el tiempo exigido para clasificarse para la maratón de Boston (3h 10′ para hombres de menos de 35 años) habría aumentado en un 39% !!!

¿Cuál es el origen de este fenómeno? ¿Será, tal como afirma John Korff, director de la triatlón de NY, que muchos encuentran en la preparación para estas pruebas la estructura y disciplina que echan en falta en un mundo cada día más inestable e incierto? ¿O será simplemente que encuentran consuelo en el bienestar que proporcionan las endorfinas que se liberan durante la práctica del ejercicio físico? ¿Y qué pasará cuando se reactive la economía? ¿Se mantendrá la tendencia o volveremos a nuestros hábitos de antes?