Organizaciones lobotomizadas

Hace unas semanas Rober publicó en su blog una inspiradora entrada donde explica como la lobotomía frontal -una práctica introducida en los años treinta por Antonio Egas Moniz para tratar a pacientes aquejados de brotes psicóticos severos, y que luego se extendería a ciertos casos de depresión y ansiedad- tenía el inconveniente de que, si bien eliminaba la angustia en quienes padecían esas enfermedades, también hacía desaparecer su capacidad de pensar en el futuro, una cualidad que nos diferencia del resto de especies del reino animal, y que parece ser que es la funcion principal del lóbulo frontal de nuestro cerebro. El caso es que el post de Rober me hizo pensar en todas esas organizaciones cuyo cerebro colectivo parece haber sufrido una lobotomia frontal: organizaciones en apariencia inteligentes y eficaces, pero incapaces de ver que el mundo ha cambiado y lo va a seguir haciendo, y que toca adaptarse. Y es que, en un momento en que predecir el futuro es casi imposible, una