Aquí no se retiene a nadie (o sí)

Como nos han recordado unos cuantos titulares a lo largo de este mes, una vez al año Amazon pregunta a los empleados de sus centros de distribución y atención al cliente si desean abandonar la compañía. Si su respuesta es afirmativa la empresa les pagará por irse. La oferta comienza con una indemnización de 2.000 dólares para los nuevos empleados y aumenta en 1.000 dólares por año hasta llegar a un máximo de 5.000 dólares. Aunque algunos medios lo presentan como si fuese una novedad de este año, este esquema fue presentado por Jeff Bezos a los accionistas de la empresa en mayo de 2014, muy probablemente inspirado por la práctica de Zappos, empresa adquirida por Amazon en 2009, de ofrecer a sus nuevos empleados que no quieren seguir en la compañía después de su primera semana de trabajo 1.000 dólares si se van. Evidentemente, el objetivo de esta práctica no es la reducción de plantilla o de costes de personal que persiguen los tradicionales programas de bajas incentivadas que pon