08 julio 2010

Internet y el futuro de las relaciones sociales

por Santi Garcia

A través de un post de Dolors Reig en El Caparazón me entero que el Pew Research Center ha publicado, a partir de datos recogidos para la elaboración de su estudio «The Future of Internet», un interesante monográfico titulado «El futuro de las relaciones sociales». Este informe recoge la opinión de casi 900 expertos sobre el impacto de la red en la forma en que nos relacionamos con nuestros semejantes y es reconfortante comprobar que la gran mayoría se muestra optimista. En concreto, el 85% dijeron estar de acuerdo con la siguiente afirmación:

«En 2020, cuando, desde una perspectiva amplia, considere mis amistades, mi matrimonio, y otras relaciones, veré que internet ha sido mayormente una fuerza positiva para mi vida social, y esto será cada vez más cierto en el futuro.»

Una afirmación que constata, más que una tendencia, una realidad con la que nos topamos a diario. Gracias a internet a la gente le cuesta menos comunicarse, desarrollar y mantener relaciones sociales. Internet nos permite conocer más cosas, sobre más personas, en más lugares. Nos permite incluso visualizar las redes de relaciones de las que forman parte nuestros conocidos. También ha liberado a las relaciones sociales de las limitaciones espacio temporales a las que hasta ahora estaban sometidas. No hay que más que ver como los inmigrantes utilizan internet para mantener los lazos con sus comunidades de origen -relaciones que antes perdían-, o como se comportan en la red comunidades integradas por miembros situados en diferentes husos horarios.

Ahora bien, que podamos tener más conocidos no significa que vayamos a tener más amigos. De hecho, es posible que el impacto de internet en el desarrollo de nuestras relaciones sociales exija que nos replanteemos el significado de conceptos como «amistad». Por otro lado no deberíamos olvidarnos de quienes se han quedado al otro lado de la brecha digital, que no son pocos. Puede que gracias a internet nuestras redes de contactos se multipliquen, pero, ¿qué pasa con quienes no se han subido al tren tecnológico?

Además, como sucede con cualquier herramienta, el impacto de internet en las relaciones sociales puede ser positivo, o negativo, todo depende del uso que se haga de ella. Puede contribuir a derribar barreras culturales y a favorecer el entendimiento entre personas de diferentes orígenes, pero la red también puede ser utilizada para promover la intolerancia y el fanatismo. Puede ayudarnos a construir redes sociales de dimensión global con las que hace dos décadas nos resultaría difícil soñar, pero también puede permitir la aparición de fenómenos como los hikikomori japoneses, que viven recluidos en sus habitaciones, y para los que internet es su única vía de relación con el mundo.

En este sentido, no deberíamos perder de vista que la tecnología no es sino un amplificador de las tendencias naturales del ser humano, pero no las cambia. Puede que el desarrollo tecnológico vaya a un ritmo endiablado, pero la naturaleza humana evoluciona a otro mucho más lento. Así que, ante todo, mucha calma.

1 Comentario

Comments are closed.