18 enero 2022

El barómetro de la confianza avisa que llegan altas presiones

por Santi Garcia

Esta tarde he asistido al evento de presentación de la edición de 2022 del barómetro de la confianza Edelman (Edelman Trust Barometer), un informe en el que cada año esta agencia analiza la evolución de la confianza de los ciudadanos de 28 países en cuatro instituciones: medios de comunicación, gobiernos, empresas y ONGs. Para la elaboración del informe de este año han contado con la opinión de más de 36.000 personas.

En el modelo conceptual que Edelman utiliza en su informe, la confianza de los ciudadanos en las instituciones se basa en dos pilares. Por un lado, en qué medida consideran que esas instituciones son competentes para llevar a cabo su misión y, por otro, cómo de ético ven su comportamiento.

Como podéis observar en el gráfico que acompaña este post, los resultados presentados esta tarde evidencian que, en comparación con el año pasado, mientras que las ONGs mejoran en ambas dimensiones (competencia y ética) y las empresas mejoran solo en ética, los medios de comunicación apenas varían su posición, y los gobiernos empeoran en ambas variables, lo que les convierte, con diferencia, en la institución menos ética y competente a los ojos de los ciudadanos.

Si bajamos al detalle, nos encontramos con que menos de la mitad de los ciudadanos considera que gobiernos y medios de comunicación son capaces de asumir un rol de liderazgo o conseguir resultados frente a los grandes desafíos a que se enfrenta la sociedad. Aunque también es verdad que hay desafíos específicos, como la respuesta frente a la pandemia y el cambio climático, donde la mayoría de los ciudadanos considera que ninguna de las cuatro instituciones analizadas lo está haciendo suficientemente bien.

Asimismo, da mucho que pensar que los porcentajes de encuestados que consideran que gobiernos y medios de comunicación son fuerzas que dividen a la sociedad sean significativamente superiores a los porcentajes que opinan que esas instituciones contribuyen a una mayor cohesión social. En esta línea, el informe muestra hasta qué punto esa incompetencia y la falta de ética que los ciudadanos perciben en gobiernos y medios de comunicación representan una amenaza a la estabilidad social.

El informe también revela como la falta de confianza en gobiernos y medios de comunicación hace que los ciudadanos presionen a empresas y ONGs a intervenir en problemas sociales más allá de su ámbito de competencia. Las personas ven a empresas y ONGs como agentes de cambio que pueden llenar el vacío que han dejado esas otras instituciones en que sienten que ya no pueden confiar y, en particular, esperan que los CEO de las empresas para las que trabajan se pronuncien públicamente sobre los temas sociales y políticos que les preocupan, y traten de influir en políticas y regulaciones sobre economía/empleo, tecnología y automatización, desigualdad salarial y cambio climático, entre otros temas, aunque, eso sí, sin meterse en qué líder político o qué partido es el que debe gobernar. En este sentido, es importante señalar que, aunque la institución en que más tienden a confiar los ciudadanos son las empresas, por encima de las ONG y, como hemos visto, muy por encima de medios de comunicación y gobiernos, en quién las personas confían particularmente es en sus propios empleadores (77% frente al 61% en las empresas en general) que, además, son la institución cuyas comunicaciones les resultan más creíbles.

En relación con esta cuestión de la credibilidad de las comunicaciones, el ‘barómetro’ de este año nos confronta con un panorama dramático en este campo. Al 76% de las personas encuestadas le preocupa que la información falsa o fake news sea utilizada como un arma, y la mayoría opina que periodistas (67%), gobernantes (66%) y líderes empresariales (63%) tratan deliberadamente de engañar a la gente diciendo cosas que son falsas o exageraciones. Aunque este campo es, al mismo tiempo, donde encontramos las mayores oportunidades. Según los encuestados, una mejora de la calidad de la información proporcionada por las instituciones es el factor que más puede ayudar a mejorar o a recuperar la confianza perdida, particularmente en el caso de gobiernos y medios de comunicación. Ojalá alguien tome nota.

Otros datos del informe con los que me quedo son los siguientes:

  • Las personas tienen cada vez más miedo. Principalmente miedo a perder su trabajo (85%) y al cambio climático (75%).
  • La diferencia entre la confianza en las instituciones que muestran los ciudadanos situados en el cuartil superior de ingresos y la que muestran los situados en el cuartil inferior alcanza este año valores record.
  • Nos cerramos. Tendemos a desconfiar más en quienes son diferentes a nosotros (extranjeros, desconocidos) y a confiar más en nuestros vecinos y compañeros de trabajo.
  • La confianza cae principalmente en las democracias (Alemania, Australia, Países Bajos, Corea del Sur, Estados Unidos) mientras aumenta en países autocráticos como China o los Emiratos Árabes.
  • En las economías avanzadas los ciudadanos que creen que dentro de cinco años ellos y sus familias vivirán mejor de lo que viven hoy en día son una minoría.
  • El 52% de los encuestados piensa que el capitalismo, en su versión actual, hace más mal que bien al mundo.
  • En las democracias un tercio de los encuestados opina que las economías centralizadas funcionan mejor que las economías de libre mercado.

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Imagen David J bajo licencia Creative Commons