Han caído en mis manos dos publicaciones de Egon Zehnder, una de las grandes firmas mundiales de headhunting. Estos dos informes abordan, desde diferentes perspectivas, el mismo tema: el posicionamiento y la percepción de la función de Recursos Humanos dentro de las organizaciones.
El primero parte de la frustación que experimentan muchos directivos en este área que se sienten managers de segunda clase.
La literatura habla mucho del Director de RR.HH. como socio estratégico (Business / Strategic Partner) pero, en la práctica, la realidad dista mucho de ese ideal. Dicen los autores que es porque los directivos de esta función deben de dispersar su atención entre una pluralidad de asuntos que caen, o terminan cayendo dentro de su ámbito de competencia, de fronteras poco definidas. Además, cuestiones administrativas y miles de pequeñas urgencias acaban devorando su tiempo, apartándoles de lo importante.
Pienso que esto no es una cuestión exclusiva de la función de RR.HH. Lo que sí es cierto, y creo que ahí radica la verdadera causa del problema, es que, 1) en las empresas no suelen existir indicadores claros de medida del desempeño de estos directivos que demuestren una vinculación directa de su actividad con los resultados de negocio y 2) la carrera de estos directivos normalmente se desarrolla integramente dentro de la misma función, sin tener, en la mayoría de casos, una implicación directa y profunda en los equipos que gestionan los principales procesos de negocio. Sin esta experiencia ¿qué credibilidad puede tener uno como «business partner»?
Para los autores se trata principalmente de una cuestión de definición de expectativas. El cambio del posicionamiento de la función dentro de la empresa pasaría por la formulación de una estrategia de RR.HH., su comunicación dentro de la organización, y el establecimiento de sistemas de medición del desempeño que vinculen los indicadores de RR.HH. con los resultados de negocio, sin olvidarnos de la conveniencia de facilitar el trasvase recíproco de profesionales entre RR.HH. y otras funciones dentro del marco de planes corporativos de desarrollo.
El segundo de los informes trata de dar respuesta a la pregunta: «what makes a great HR director?».
Se analizó una muestra de 137 Directores de RR.HH. en diferentes países del mundo. Se valoraron seis competencias diferentes. Los resultados (promedio) en una escala del 1 al 7 fueron los siguientes:
Colaboración (collaboration) : 4,2
Orientación a resultados (results orientation) : 4,0
Gestión del cambio (change management) : 3,9
Liderazgo de equipos (team leadership) : 3,8
Enfoque a cliente (customer focus) : 3,4
Pensamiento estratégico (strategic thinking) : 3,3
Los números hablan por sí mismos: la capacidad estratégica está a la cola entre las competencias de los directores de RR.HH. El problema añadido es que, precisamente, se trata de una de las cualidades que más inciden en la calidad de su desempeño profesional.
Un análisis de la correlación entre el desempeño de los directivos y las diferentes habilidades evaluadas revela que la orientación a resultados y el pensamiento estratégico ocupan las dos primeras posiciones. Es la combinación ganadora, pero encontrar ambas cualidades reunidas en un mismo directivo no es algo frecuente, y menos en el área de RR.HH. debido al tradicional aislamiento de esta función respecto de la gestión de las operaciones del negocio. Una situación motivada a su vez, en gran parte, por su falta de credibilidad como «business partner».
En definitiva, un círculo vicioso para el que la «polinización» de la función de RR.HH. con profesionales provinientes de otras áreas (y viceversa) se perfila como la solución más efectiva de entre las propuestas por los autores.
Completamente de acuerdo con lo que dices Santi. En favor de la Comunidad de Recursos humanos he de decir que si bien ha evolucionado lo que se espera de stos profesionales, sigue pesando sobre ellos la carga de tener que dedicarse a que las nóminas salgan bien y que las relaciones laborales sean llevadas adecuadamente. Los CEO desconocen por lo general qué pueden esperar de los de RR. HH. y en ocasionesme atrevería a decir que tampoco les importa. Por ello es doblemente retador para la gente de RRHH el hacerse oir por quiénes sí que tienen en su responsabilidad la definición de la estrategia de la Compañía. Ánimo chic@s